Racing intentó, pero se quedó con las ganas de sumar.

A Racing le duró poco lo bueno. Se puso 1-0, rozó el segundo, pero en tres minutos Estudiantes, líder, lo dio vuelta. Luego fue el caos.

Racing se hunde en el pesimismo y parece que no habrá remedio. Se esmera con lo poco que puede, le saca ventaja --con un gol ajeno a sus miserias-- a uno de los punteros del Clausura, se pone cerca de aumentar la diferencia, pero en un pestañeo se derrumba. Y en ese descontrol, aun con la admisión de las groserías cometidas por Federico Beligoy, se derrumba sin que pueda omitirse la propia responsabilidad. De quien debe orientar desde afuera y de los que deben ejecutar adentro.Antes de nublarse por completo, Racing tuvo un período de lucidez, en los 15 minutos finales del primer tiempo, en los que se dio cuenta de que se podía jugar corto, meter pelota al ras y buscar sociedades por derecha, con Moralez, Sánchez y algo de Bonet para recargar la franja en la que Basanta abría puertas. Sumó un gol, con la exquisita maniobra de Sánchez y una ocasión en la que Fileppi, casi en el descuento, le sacó brillo al travesaño. Ni qué decir cuando Sava, en la reanudación, se perdió el segundo luego de un desborde del Enano. Estudiantes, que había insinuado mayor fluidez, se resignaba a reemplazar a Piatti, con molestias, por Galván. Ahí radicó una de las claves del cambio. Sensini dibujó otro esquema, con cuatro volantes y dos delanteros. En apenas tres minutos, el León se hizo ancho, con Pérez para desbordar por derecha y cruzar la bocha a la izquierda, para la definición de Galván. Y para que Lugüercio expusiera la candidez de Bonet en la marca, sirvierael centro como extremo zurdo y Lazzaro cabeceara sin oposición en el área chica.¿Micó se habrá dejado llevar por la euforia de un Racing en dominio? El DT jamás advirtió que sus volantes eran sobrepasados por las bandas y los laterales fracasaban en la última contención. Y después, con el equipo golpeado, no supo mandar mensajes que devolvieran tranquilidad, a pesar de que restaba media hora. En eso este equipo se asemeja al del Apertura, cuando con Gustavo Costas al mando cualquier adversidad derivaba en catástrofe (por caso, sucedió en las derrotas con Tigre y Huracán). Con la certeza de la Promoción y la vencidad del descenso directo, Racing deberá templar su alma para lo que viene. Se desconoce si serán tiempos prósperos.Estudiantes, líder, está para otros asuntos.