Entró al predio antes de que comenzara la guardia periodística. Y nadie lo vio. Porque nunca partió. Batista se quedó en Ezeiza luego de un día soñado. El Checho se fue a dormir con la tranquilidad que le dio la reunión cara a cara con la Comisión de Selecciones. El sí tendrá el cumpleaños más feliz de su vida el próximo martes, cuando sople las 48 velitas. El interinato quedará en el pasado. Ya está: Batista Fijo. Y no tiene nada de Piñón...
La charla del grupo de dirigentes que eligió Julio Grondona para hacer realidad su deseo tuvo tres etapas. 1) Hablaron los seis para definir el orden del día. 2) Sumaron a Carlos Bilardo y se le preguntó qué opinaba de Batista. El Doctor dio el visto bueno y dijo que era su único candidato. No se mencionó ni a Sabella ni a Russo. 3) Llamaron al Checho, quien estaba entrenando con el Sub 20. Hablaron de cuál sería su proyecto. El entrenador contó sus ideas y, si hacía falta, terminó de enamorar al grupo de los seis. 4) Sin el DT ni el manager, los directivos (Crespi, Turnes, Segura, Contreras, Julito Grondona y Lerche) hicieron un acta en la que dejaron en claro que la mejor opción para la AFA en estos momentos es Batista. Los motivos: conocimiento de los jugadores, proyección de Juveniles, buena convivencia con el grupo y el apoyo de Messi. ¿Entonces? Se juntarán esta tarde con el Jefe y luego lo elevarán al Comité Ejecutivo para bajar el martillo.
Los pasos legales se tutearon con lo previsible. Y quizá lo más interesante, a futuro, es que este grupo de dirigentes se mantendrá. Y seguirán de cerca al Checho para evitar banquinazos como ya sucedieron en los ciclos de Basile y de Maradona. Aunque del dicho al hecho...
Batista encarará una renovación paulatina de futbolistas. Su primera lista sin condicionamientos será en febrero para el partido con Inglaterra y ahí habrá unas cuantas novedades. Contra Brasil (la nónima saldrá hoy), aún respetará a algunos históricos. Pero que nadie espere que de un plumazo se vayan muchos grandes: la Copa América hará que todo sea mucho más gradual.
Los ejes de gestión del sucesor de Diego son: La Selección local se hará realidad: se entrenarán una o dos veces por semana y ahí se podrá ver a jugadores grandes como Riquelme o Verón, intermedios como Enzo Pérez, Olmedo y Carrizo, o chicos con proyección como Funes Mori, Marchesín y Licha López (de Arsenal).
Una Selección Sub 25, con players que actúan en el exterior y que aún no les da el piné para actuar en la Mayor. Ese grupo también tendrá su agenda de partidos y así se buscará a una generación casi perdida. Ahí se podrá ver a Pablo Piatti, Mauro Zárate, Franco Zuculini, Di Santo, Boselli, Emiliano Insúa, Perotti, Fazio, Salvio y otros.
Oficina en Madrid para el seguimiento de los futbolistas consagrados y, mucho más, para perseguir a chicos que están en las Inferiores de clubes españoles o italianos. Captar un nuevo Messi es la búsqueda de máxima. Aún falta resolver quién será el ex jugador que vive en el Viejo Continente que tendrá ese bendito trabajo.
Los dirigentes se fueron del predio. Batista se quedó. Y sus máximas terminaron flotando en el ambiente: “Hay que apostar a ganar con jugadores bien dotados”. El proyecto que copie a España comenzó ante Irlanda. Basta de carrileros. Se vienen laterales puros. Una Selección con toque, tenencia y renovación de apellidos. Y con Messi (y un paso más atrás Pastore) como bandera.