La duda con el DT

Este soldado no huye, aunque le queden por delante mil batallas (o diez fechas). Pero Santoro, ex bombero, tiene los días contados. Desde el inicio de su cuarto interinato en Independiente. Para peor, el arranque no ha sido el esperado y si bien la tribuna lo apaña, nadie querrá que salga dañado. Buscar un nuevo técnico, de bases firmes, será entonces tan importante como un pilote del renovadísimo Libertadores de América. Claro, ¿pero quién? Lo de Pepé, con una oferta latente desde la AFA para entrenar arqueros juveniles, no deja de ser una gauchada de luxe. Y la que menos lo ha motivado desde aquel primer favorcito del 2001. Cuentan, encima, que dentro del vestuario no sobra armonía. Además, después del inconcluso ciclo Troglio, equivocarse se presume fatal. Mucho más, en año electoral. El Rojo no sabe lo que quiere, pero lo quiere ya. Incluso su DT. El casting será urgente, inmediato. Es más, jamás se hablará de dupla ni de ayudantía aunque puedan coexistir dos coaches... "Sí, cuando conversé con Pepé quedamos en que hablaríamos con otros técnicos. Para ganar tiempo. Vamos a buscarlo cuanto antes pero no por sus resultados, eh. Mi idea es tener Santoro hasta el final. Confío en que las cosas mejorarán, que saldremos adelante. Y, ante todo, proteger al hombre. Le tengo mucho aprecio.", le asegura Julio Comparada a Olé, confirmando una posible y consensuada dualidad. Y la pregunta se repite. ¿Qué habrá detrás del soldado? Si la futura elección pende de las encuestas, entendidas como instrumentos de recolección de información, el hincha está en el horno. La gente muestra sus preferencias. Y demuestra su inconformismo. Mete trapos en la cancha, punza a los supuestos culpables del presente con canciones hirientes y, en la calle, en los foros de Internet, documenta sus deseos. Porcentaje más, porcentaje menos, la vuelta de Américo Gallego lidera las preferencias. Suena lógico.
Fue último técnico campeón con Independiente, a fines del 2002 y, de coté, el último que lo llevó al Rojo más allá de las fronteras. Sin embargo, habrá que apuntar hacia otro lado... El Tolo está desempleado. Y algo desorientado también. Ganador como pocos, tras sus múltiples logros en River, Newell's y Toluca, en febrero tocó fondo. Perdió 6-1 ante Chivas y Enrique Borja, presidente de Tigres, lo despidió con un escaso 30,3% de puntos conseguidos en 22 partidos. Desde ese momento, no deja de analizar cada movimiento. Pisar en falso, nunca más. "Está de vacaciones en México. Su idea es descansar hasta junio. Tuvo una temporada distinta a lo acostumbrado... Y el orgullo herido. Desde Independiente nadie lo llamó, eh. ¿La deuda? Es cierto que le quedó en la Convocatoria buena parte del premio por el campeonato y algunos sueldos. Pero el enojo ya se le pasó. Sólo le había molestado el hecho de no negociarla a tiempo", le juran a este diario desde el entorno de Gallego. Y desde ahí mismo alertan otro dato decisivo: "Tampoco sabemos si es el perfil que buscan..."