El equipo del Oveja

Con un juego muy sólido, Argentina ganó por 98-63, y mantuvo el invicto en el torneo que reparte dos plazas directas para los Juegos de Beijing 2008.
El equipo lució muy firme y concentrado desde el comienzo. Se hizo fuerte cerca de los canastos, Scola borró del partido a Romero (a priori el más peligroso de Venezuela), Delfino (19 puntos y 11 rebotes) se pareció al que todos esperan que sea, y Prigioni (8 asistencias) hizo circular el balón a voluntad.
Un párrafo aparte para Román González (21 puntos), goleador del juego y protagonista de la perlita de la tarde. A 3' 39" del final del primer tiempo, apretado por el reloj de 24 segundos y con la marca encima suyo a casi siete metros del aro, se levantó y metió un bombazo con tablero que provocó más de una sonrisa en el banco argentino. Era una señal. Argentina dominaba a voluntad y los venezolanos no mostraban ni el más mínimo recurso para revertir la situación.
El segundo tiempo estuvo de más. Hernández aprovechó para darles descanso a los titulares y allí aparecieron Porta, Quinteros y Juan Gutiérrez para completar el trabajo. La dosificación de fuerzas aparece como una de las claves de cara a la definición del torneo. En la madrugada del viernes, después del partido contra Estados Unidos, los argentinos tendrán sobre sus espaldas una seguidilla de ocho partidos en igual cantidad de días.