Ganó David Nalbandian

Hay una dato duro, tan duro como la madera que sirve de base al Olímpico de Moscú. En su casa, los rusos, llevan 17 series sin perder (desde la final del 95, contra Estados Unidos). Y no es poco. Pero hay otro dato, blando, que no puede dejar de considerarse. Del otro lado de la red, está David Nalbandian. Y del otro lado de la línea, hay una Copa, la Davis. Y sabemos que esa fusión es infalible… Más allá de todo…

Si bien tenía enfrente al 6° del mundo, Nikolay Davidenko, lo del ruso era una timba. Tras una lesión en la muñeca recién había reaparecido en la previa a Wimbledon. Pero claro, lo del cordobés no era muy distinto. O tal vez, mucho peor. Tres dígitos en el ranking (153°), y apenas 12 partidos en un semestre (9-3). Aunque, uno de esos juegos, triunfal, en singles, fue en la serie frente a Suecia, en Estocolmo, que nos depositó en cuartos de final. David llegó con lo justo después de un fuerte desgarro. Viajó, jugó y ganó. El tiempo pasó y las lesiones también. Apenas si se dejó ver en Montecarlo, en abril, para desaparecer del circuito, recuperarse, y prepararse en silencio para su gran cita.

Davydenko bien conocía la historia de David. Y bien conocía a David, que lo superaba 6-5 en el historial. Y con localía y todo, nada pudo hacer contra este 30-9 en Copa Davis, que lo despachó en tres sets: 6-4, 7-6 y 7-6 en dos horas y 47 minutos.

Como siempre, la historia, la nueva historia, hablará de épica. En el segundo set, en el tie break, estaba 5-2 abajo y lo ganó. En tercer set, estaba también en game 13, dos sets points abajo y los levantó hasta ganarlo.