Un resultado mentiroso, pero positivo

Y sí, así es el fútbol. A veces arroja resultados que poco tienen que ver con el desarrollo del juego, como este "ajustado" 1 a 0 de Argentina sobre Nigeria.

El equipo de Diego Maradona tuvo gran despliegue y mucha dinámica en el inicio del partido. Ganó el mediocampo, se adueño de la pelota y hasta mostró gran precisión a la hora de poner en práctica la mayoría de las jugadas preparadas. Arma letal que derivó en el gol de Heinze.
De mitad de cancha en adelante hubo buena coordinación y por fin apareció –al menos por ráfagas- el juego asociado que faltó en las eliminatorias; al que se le sumó un buen desempeño de los delanteros para fabricar y aprovechar los huecos de la defensa nigeriana.
¿El destacado albiceleste? Lionel Messi. Desequilibró siempre. Sin ser excelente, su nivel se acercó mucho al del crack del Barcelona. Buen partido de Juan Sebastián Verón, que no sólo fue estratega sino que además ayudó en la recuperación al capitán Javier Mascherano, el motor del equipo. Sobrio debut mundialista para Sergio Romero que siempre estuvo atento y fue clave en cada intervención. El resto redondeó una más que aceptable actuación, con la excepción de Jonás Gutiérrez que penó en la doble tarea de ser volante y marcador de punta, forzando mayor despliegue en la defensa.
Fue evidente que Messi, (en 2 ocasiones) e Higuaín, (en otras dos oportunidades), erigieron al arquero Vincent Enyeama como la figura del partido; aunque –amen de una mejor diferencia de gol- este hecho fue positivo, ya que con otro arquero rival, los tantos argentinos hubiesen tapado los desacoples de la última línea, en la que la selección tiene que mejorar de forma urgente porque de pasar los grupos, las potencias van a ser mucho más eficaces frente al arco de Romero.

Por Mauro Negrelli