Un combate estelar

Y en horabuena llegó. Al fin pudimos ver, apreciar, disfrutar de un combate verdaderamente estelar.

“La Pelea del Año”, (así fue promocionada) pintó -aunque sea por un ratito- de exuberante colorido uno de los periodos más grises de la historia del boxeo.

En tiempos de escasez de púgiles “fuera de series”; de negocios turbios y desatinos institucionales, Floyd Mayweather le ganó de forma soberbia a Shane Mosley en fallo unánime. Y hasta dio una lección de pugilismo: fue inteligente, preciso, ultra veloz y disciplinado para vencer a un Mosley más veterano, pero igual de fuerte y resistente; ante un casino repleto y agradecido por el espectáculo.

Así, “Money” se adjudicó el derecho de enfrentar al filipino Manny Pacquiao, - campeón Welter de la Organización Mundial de Boxeo - en lo que sería otra gran contienda, ya que antes el asiático debe someterse a estudios de antidopaje, por condición impuesta por el retador norteamericano. Pero vale destacar, que el moreno Mayweather ya aportó el color de su inmensa valía.

Por Mauro Negrelli