La parte cruel de ser argentino

Esteban Guerrieri esta inmerso en la incertidumbre.

Pese a haber ganado el último domingo en la World Series by Renault en Spa Francorchamps, Bélgica - uno de los circuitos más difíciles y desafiantes del mundo –, hoy se quedó a pie, por falta de presupuesto.
Resulta que su vínculo con el equipo checo ISR Racing fue tan sólo una invitación para competir dos carreras, quedando la opción de continuar si el argentino conseguía el presupuesto de unos 300.000 euros.
El ex campeón de la F-Renault Argentina, golpeó todas las puertas posibles: la del Automóvil Club Argentino, la A.C.T.C., el TRV6 y hasta la del Gobierno Nacional, pero ninguna le aportó siquiera un centavo para su objetivo. Así, en la próxima fecha, nada menos que en Mónaco, será reemplazado por el norteamericano Alexander Rossi.
Con 25 años, y casi una década en Europa, Esteban logró 17 victorias en el viejo continente y fue campeón de la F-Renault Italiana en 2002. Corrió además en World Series, F-Superleague y hasta en la F-3000 – hoy GP2- en las que compitió de igual a igual con pilotos como: Sebastián Vettel, Robert Kubica, Heikki Kovalainen y Timo Glock, entre otros. Vale señalar que todavía tiene alguna oportunidad de seguir en el exterior, pero lo cierto es que de haber sido alemán, inglés, italiano o más cerca aún, brasileño; con la mitad de su talento bien podría estar ocupando la butaca de un Virgin o hasta un Toro Rosso en la Máxima.

Sin embargo, le tocó ser argentino, con todo el orgullo que eso amerita, más la infortuna de la indiferencia de aquellos compatriotas que podrían ayudarlo.

Por Mauro Negrelli