¿Volverá a River?

La plata todavía no está, pero soñar es lo más barato del mundo. Ni tarjeta de crédito se necesita. Por más que la billetera de River tiene más monedas que billetes, los dirigentes confían en que pronto cerrarán los acuerdos para que el Monumental se inunde de dólares y ya saben en qué quieren gastarlo. Andrés D'Alessandro es el gran objetivo de Passarella y su gente. Ven en el Cabezón a un jugador distinto, al que la banda roja le calza perfecto y con la actitud necesaria para ponerse al frente del equipo. Por eso, más allá de que todavía no se sentaron con Cappa para armar la lista de los que se irán y los que quisiera que vengan, los directivos ya tienen ese nombre a la cabeza, una realidad más para concluir en que al ciclo de Gallardo le pondrán un punto final cuando termine el torneo.

"Yo estoy dispuesto a volver a River y ayudar. Más que una puerta le dejo un portón abierto, estoy a disposición. Las ganas siempre están", fue el centro que tiró el zurdo hace tres semanas. Claro que no es fácil cabecearlo para que se mude a Núñez. A favor juega la intención del jugador, que cada vez que puede le pasa factura a la anterior conducción del club por no haberlo llamado cuando él quería regresar al país y finalmente terminó en San Lorenzo. En contra está su situación contractual con el Inter de Porto Alegre. A D'Alessandro le quedan dos años y medio de contrato y los brasileños no están dispuestos a cederlo a préstamo. "Sabemos que la única opción es comprarlo. Así que habrá que romper el chanchito si queremos tenerlo acá", le contó un dirigente a Olé.

El chanchito tendría que aportar entre 6 y 7 millones de dólares sólo para la transferencia (después habrá que hablar del contrato). Ese es el monto que Inter pidió cuando tuvo interesados en llevarse al Cabezón. Y es justamente lo que puso a mediados del 2008 cuando le compró el 50% a Tinelli y su gente, y la otra mitad al Zaragoza. Claro que también habrá que ver cómo le va al equipo en la Libertadores: si queda eliminado antes del Mundial (esta noche se juega la clasificación a octavos contra Deportivo Quito) será más factible que accedan a transferilo que si sigue en la Copa.

Con este panorama, Passarella y compañía trabajan para cerrar el trato con los inversores que acerquen los dólares necesarios para conseguir refuerzos. A la cabeza de esa lista está el Cabezón, aquel pibe que patentó la Boba con su zurda y que ya con 29 años no sólo puede aportar su fútbol y su magia sino también su experiencia para que River pueda pensar en algo más grande que la necesidad de sumar puntos y engordar el promedio.