Otra vez no pudo

El resultado es abultado desde donde se lo mire, es cierto. Pero si se ubica en el contexto de la recuperación de nivel del jugador, de lo técnico y lo físico, y de la instancia y clasificación que se disputaban, se ve de otra forma. David Nalbandian (151°) perdió de forma rotunda ante Novak Djokovic (2° del mundo y primer preclasificado) por un duro 6-2 y 6-3 en el Masters 1000 de Montecarlo y quedó afuera de las semis, pero el saldo, a pesar de eso, es más que positivo.

Lo que sucedió no fue sorpresa. El segundo mejor jugador del mundo, candidato a destronar a Nadal en Mónaco, se topaba contra el ex N°3 que llegaba en plena recuperación de la maldita cadera y jugaba su primer torneo grande. Con toda la furia le metió primera el serbio adueñándose del servicio del rival y escapándose 3-0, y aunque el de Unquillo se empezó a meter en el match y se acercó con un quiebre (2-3), la diferencia volvió a aparecer y Djokovic metió la paliza del 6-2 inicial.

Los errores no forzados de un David que buscó los límites de la cancha y no encontró lo que buscaba, sumadas a alguna que otra doble falta en momentos decisivos, fueron determinantes. No obstante, tras el 2-0 inicial de la segunda manga a favor de Nole, el tipo volvió a meter presión con buenas pelotas que complicaron al serbio y el 2-3 incomodó otra vez al humorista del tenis. Hasta estuvo a punto de quebrarlo, pero no concretó, y allí la cosa sí se complicó. El Rey no aprovechó ese 40-40 y ventaja, comenzó a sentir la sobrecarga de la semana en su pierna izquierda, y aunque la faja volvió a ayudarlo en 3-4, desperdició otra vez dos chances de quiebre y el 3-5 y 3-6 para Djokovic llegaron en un abrir y cerrar de ojos.

Nole jugará la semi ahora con Verdasco o Montanes, para seguir en su camino al título. Junto a Nadal, los serios candidatos a la final. Y David armará el bolso y abandonará Mónaco, pero con la mente tranquila: volvió a estar entre los ocho mejores de un Masters y perdió ante el mejor. Aplausos...