Recupero la calma

Y un día volvió a ganar Boca en el campeonato local. Sí, por fin cortó esa racha que lo hacía deambular por el fondo de la tabla. Es que luego de 63 días la gente de Boca pudo sonreír y si bien sigue mentalizada en la Copa Libertadores, la presión por no repetir el último puesto de River en el Apertura pasado ya comenzaba a ser asfixiante. Y el triunfo llegó justo cuando reapareció en la cancha el hombre que más necesitaba este equipo. Sí, porque volvió Riquelme y Boca recuperó la calma. Es cierto que Román no tuvo una buena tarde, si hasta se dio el lujo de fallar un penal, pero la verdad es que los números del diez de Boca en el equipo son contundentes. En lo que va del 2009, Boca disputó 21 partidos entre Copa y Clausura. Román jugó once partidos de los cuáles el equipo de Ischia ganó ocho, empató uno y perdió sólo dos. Es decir que sacó 25 de los 33 puntos posibles. Sin dudas la influencia de quien ayer fue capitán del equipo termina siendo determinante para este Boca y más aun si no cuenta con jugadores como Palermo e Ibarra, pilares de un equipo que necesitaba encontrar su identidad.

Boca esta vez apareció recién en el segundo tiempo y por primera vez en el torneo dio vuelta un resultado. Y no sólo pudo sobreponerse al gol tempranero de Matos, sino que además aguantó la victoria, algo que en los últimos partidos le resultó imposible. Arsenal no se achicó en la Bombonera ni mucho menos. Le jugó el primer tiempo con inteligencia e hizo lo que pudo en la segundo mitad. Es que fue en esa etapa cuando se vio lo mejor del equipo de Ischia. En los primeros 25 minutos apareció una versión que ya sus hinchas parecían haber olvidado. Durante ese lapso se llevó por delante a Arsenal con autoridad y si no sacó una diferencia mayor en el resultado fue porque aún le falta la contundencia necesaria para terminar tranquilo los partidos.

Boca redondeó un muy buen partido en los 90 minutos. Volvió Riquelme y Boca no sólo retornó a la victoria, sino que recobró algo de aquel juego que lo había hecho casi imbatible. Todo un indicio de que se vienen días mejores para un equipo que sueña con una nueva Libertadores y mientras tanto se aleja de los últimos puestos del Clausura y ya está a sólo cuatro puntos de River.