Entrevista a Sébastien Loeb

Nunca había empezado así un Mundial. Cuatro triunfos consecutivos son muy buenos, pero en el campeonato sólo tengo diez puntos de ventaja. Si, por ejemplo, yo llegara a abandonar aquí y Mikko Hirvonen ganara, me alcanzaría. Por lo tanto, tenemos que seguir trabajando para continuar ganando", analiza Sébastien Loeb. Hace tiempo que el francés es el piloto más ganador de la historia del Rally Mundial. En cada carrera este año agrandó la cuenta. De vuelta en la Argentina, donde triunfó en forma ininterrumpida desde 2005, el ex gimnasta se somete a la rutina de las entrevistas sin perder la frescura tímida, como cuando despuntaba detrás de las estrellas -Carlos Sainz y Colin McRae- a las que secundó en Citroën. -Poco antes de que comenzara la F-1, la FIA intentó reglamentar que el campeón fuera el piloto que más carreras ganara en el año.

¿Te gustaría esa regla en el rally?

-Eso me vendría bien... Para mí, el sistema de premiar según los puntos está bien, salvo que la diferencia de dos entre primero y segundo en un rally es muy escasa, lo que en algunas condiciones no te incentiva para intentar ganar. Creo que la escala anterior, con diez para el ganador y seis para el segundo, era mucho más interesante.

-Después de 51 victorias, ¿cómo trabajás para mantener la motivación sin relajarte jamás?

-Siento una motivación especial por el simple hecho de estar donde estoy y hacer lo que hago. Disfruto al correr, ganar tramos, pelear por un rally. No me motivan los récords. Tomo cada carrera de a una.

-¿Y cómo fue cambiando con el paso del tiempo?

-No cambió. Cuando comienza un rally, yo quiero ganar. No sé por qué. No me gusta perder. La diferencia es la presión. Cuando comenzaba, tenía mucha presión porque los constructores no permiten algunos errores... Ahora no tengo esa presión y sí la misma motivación.

-Tenés una diferencia con respecto a tus rivales e incluso tu compañero, Dani Sordo. ¿En qué rubros les sacás ventajas?

-Es difícil saberlo. El rally es una actividad en la que cuentan la preparación, la hoja de ruta porque resulta crucial contar con una muy precisa... Eso te permite saber cómo es el camino, tener noción de la distancia exacta hasta la siguiente curva, así sabrás dónde frenar... Todo eso tiene que figurar en tus notas porque hace la diferencia. Dani, por caso, en muchas pruebas privadas es más rápido que yo. Pero luego, en un rally y con las mismas condiciones, soy más rápido que él. Entonces, parte de la diferencia puede estar en las notas, en cómo sentís el auto para llevarlo hasta el límite. Quizá hago diferencia a la hora de improvisar.

-Al mencionar la importancia de las notas, le das crédito a Daniel Elena. ¿Cómo es la relación?

-Nos conocemos desde hace diez años y llevamos todo ese tiempo trabajando juntos. Hay muchas cosas que hacemos naturalmente y ni siquiera hace falta hablarlas porque nos entendemos con sólo mirarnos. Eso es bueno. Daniel no comete muchos errores. No hemos perdido muchos rallies por errores de navegación. No sé si tuve problemas en dos, quizá tres rallies por un error. En tantos años, es nada...

-Con tantas victorias aquí, ¿Argentina representa algo para vos?

-Sí, siempre es un rally especial. Es un país lindo y una carrera con muchísimos espectadores, lindo ambiente. Para mí siempre es bueno volver. Está entre mis rallies favoritos.

-La supremacía con Citroën dispara la comparación con la época en que Michael Schumacher y Ferrari eran imbatibles en F-1. ¿Te sentís el Schumacher del rally?

-Es un gran cumplido que me comparen con Schumacher: realizó una gran campaña en F-1. Yo sólo trato de dar lo mejor de mí. Intento preparar bien mis rallies pero corro sin pensar en compararme con otros pilotos.

-La crisis afectó al rally. ¿Cómo evaluás el impacto y qué medidas habría que tomar para el futuro?

-Me parece importante cambiar algunas cosas. Hay dos constructores, Citroën y Ford, y sería bueno sumar a otros... El reglamento cambiará para permitir la entrada de los Super 2000, pero no siento que sea una buena solución. Por ahora, los autos de Super 2000 son muy lentos y, teniendo en cuenta los actuales coches doble tracción, un dos litros necesita torque y los Super 2000, sin turbo, no tienen ese torque. No son tan espectaculares ni tan rápidos para el público y ni siquiera lindos de manejar... No siento que sea lo mejor, pero si es la solución para que más automotrices se sumen, estará bien. En este momento, lo más importante es cuidar el campeonato.

Se viene el rally de Argentina.