Pensando en el Tres Naciones

Los Pumas fueron invitados a jugar el Tres Naciones desde el 2012. Pero, del dicho al hecho... Lógicamente, la Sanzar (Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica) pide que la Selección, mucho más taquillera desde el bronce mundialista, se presente con lo mejor, con los Hernández, Corleto, Albacete, Contepomi, la gran base que se desempeña en Europa. Pero, ¿cómo hacer para que ellos dejen sus clubes? ¿Decirles "vengan a jugar al país"? ¿Y la plata que cobran? Rugby profesional en la Argentina, imposible.

Entonces hay una idea. Que esos Pumas, como equipo, participen en torneos internacionales y, luego, disputen el Tres Naciones, que en realidad sería un Cinco Naciones (los tres de siempre, Los Pumas y un seleccionado del Pacífico que saldría de una clasificación). Claro que hay que conseguir el dinero como para que los jugadores (en Europa reciben 150.000 euros de promedio por temporada) acepten. Ese es otro tema -no menor- a resolver. El grupo que actúa en el país jugará competencias menores como la Churchill Cup.

La UAR tiene dos planes. El "1" es mandar el equipo al Super Rugby (actual Super 14), un certamen que se juega entre seleccionados provinciales de las tres potencias, al que buscan expandir y hacerlo más atractivo, como también al Tres Naciones. El problema es dónde afincar a Los Pumas. Nueva Zelanda y Australia no quieren que las fechas incluyan partidos en la Argentina. Una posibilidad es que los jugadores hagan base en Sudáfrica y que el torneo se divida en zonas: una para Australia y Nueva Zelanda y la otra en la tierra de Mandela. Ricardo García Fernández, dirigente de la UAR que viaja en la primera semana de julio a Nueva Zelanda, comentó que es "la más lógica y viable".Claro que no tendría tanto apoyo de los jugadores, que pretenden permaneces en Europa. Por eso está el plan "2": que el equipo se sume a la Liga Celta (juegan galeses, irlandeses y escoceses), lo cual, según Richichi, "es políticamente más complicado". Así se haría base en Europa (¿España?), donde residen. Las cuestiones logísticas (dónde entrenar, cuándo juntarse) también son temas a resolver.

Originalmente, Los Pumas querían ir al Seis Naciones, con lo cual podrían seguir jugando en sus clubes de Europa, ya que la actividad local se interrumpe. Harían base en, por ejemplo, España durante un par de meses y listo. Pero desde el torneo se negaron. Así, quedó el Tres Naciones, pero con dificultades por cuestiones económicas, logísticas y organizativas a resolver... Por supuesto, algo es algo, aunque no será fácil encontrar los caminos para llegar a esta meta.