El Pigu bajó a un grosso.

El tucumano Romero despachó a Retief Goosen en Arizona. También debutó bien el Pato Cabrera.

En el 2003, cuando el tucumano Andrés Romero se coronaba por primera vez en el Abierto del Norte, Retief Goosen ya había ganado un US Open y dominado la Orden de Mérito (ranking europeo) por dos temporadas. Mientras el Pigu creció paso a paso, el sudafricano logró otro US Open y se mantuvo por 250 semanas en el top ten del ranking mundial. Ahora está en baja (31° del escalafón), pero es un adversario de peligro, sobre todo los mano a mano como el Mundial Match Play que largó en el Gallery GC de Arizona.Aunque no pasó pasado el corte en los tres torneos previos del PGA Tour, al Pigu no le tembló el pulso. Le ganó el hoyo inicial, subió la ventaja a tres cuando cerraron los primeros nueve y en la segunda parte del recorrido administró para cerrar con dos hoyos de ventaja y uno por jugar. Hoy, por 16avos de final, Romero (38° del escalafón) se las verá con Jonathan Byrd, un yanqui que viene de comerse a otro peso pesado sudafricano: Ernie Els, ex N° 1 del mundo y actual 4 del planeta.También fue bueno el debut del cordobés Angel Cabrera (14° del mundo), quien superó por tres y dos al danés Soren Hansen. El próximo rival del Pato sera el inglés Luke Donald, top ten en el 2007.