Hamilton, Alonso y Räikkönen hablaron en la conferencia de prensa de San Pablo.

Se dicen muchas cosas de nosotros que no son verdad. Somos dos pilotos que luchamos en la pista, pero fuera de ella tenemos una buena relación desde el primer día. Creo que estamos mejor que nunca. Nos hemos llevado bastante bien todo el año, a pesar de lo que dice la prensa. Siempre tratan de distanciarnos y no han podido''''. Arrancó con aires de demagogia este GP de Brasil, que ayer reunió a Lewis Hamilton, Fernando Alonso y Kimi Räikkönen en la conferencia. Las palabras de Lewis se desmentirán por sí solas desde el primer minuto de actividad en pista. Será hoy, en Interlagos, a las 9 (hora argentina).Datos clave hay varios para entender esta emocionante definición en la última carrera, la 21 vez que se da en el Mundial. Por ejemplo, Lewis no conoce el circuito, no pudo pispearlo en el simulador de McLaren y hoy saldrá a pista con lluvia, según el pronóstico meteorológico. Alonso, que definió sus dos títulos en Interlagos, no ganó nunca aquí. "Lo cierto es que el domingo tengo que arriesgar, eso es seguro, aunque lo fundamental es terminar la carrera porque no dependo sólo de mi", cuenta el asturiano, que tenía una cómoda ventaja en puntos cuando aseguró sus campeonatos mundiales en el 2005 y 2006. "Los dos últimos años yo estaba al frente y ahora estoy atrás. Esa es la principal diferencia y la principal dificultad". Hamilton sabe responder a la presión. Tras su error en Nürburgring (despiste bajo la lluvia), se recuperó rápido y venció en Hungría. ¿Pasará lo mismo esta vez tras su equivocación en China?Räikkönen sabe que debe jugarse la vida. ¿Lo ayudará su compañero, Felipe Massa, con quien mantiene una fría relación? La estadística no tira a favor suyo. De las ocho veces que llegaron tres pilotos con chances a la carrera final, tres veces fue campeón quien llegó 1ø, cuatro veces el 2º y sólo una vez quien era 3º. Fue el italiano Giuseppe Farina, en 1950.