El Rojo tenía una gran chance para sacarle más ventaja a Boca, pero tropezó en Rosario.

Los jugadores de Independiente eran conscientes que no iban a jugar un encuentro más en el campeonato. Tenían ante sí la gran posibilidad de aumentar la diferencia con Boca, su principal seguidor, y saborear mucho más de cerca la chance de quedarse con el título. Pero la dejaron pasar. El equipo de Troglio cayó por 2-1 ante Newell's y sigue teniendo dos puntos más que Boca, cuando aún restan seis fechas para el final del Apertura.Lo mejor estuvo, sin dudas, en la primera etapa. Desde el comienzo, ambos equipos pensaron más en el arco rival que en el propio y por eso pudieron verse tres goles y muchas situaciones de peligro. Arrancó mejor el Rojo, manejando la pelota, pero el local no tardó mucho en emparejar el trámite.A los nueve minutos llegaría la primera emoción de la tarde: Ansaldi realizó una buena proyección por izquierda, llegó hasta el fondo, envió el centro atrás y Steinert –con todo el arco a su disposición- le dio un pase a la red. Pero la alegría no le duró mucho al conjunto de Caruso Lombardi, porque cuatro más tarde, Independiente alcanzó la igualdad. Montenegro tocó para Denis, éste aguantó de espaldas, juntó a cuatro defensores rivales y descargó nuevamente para el Rolfi, quien sacó un potente derechazo de primera. Golazo y empate transitorio.Cuando todo parecía indicar que se irían así al descanso, la defensa de Independiente se distrajo y Newell's no lo desaprovechó. La pelota picó en el área, los defensores esperaban que Assmann tomara el balón, pero justo antes Lucero metió la punta de su botín y Salcedo –de cabeza- estableció la diferencia, que sería decisiva hasta el final del encuentro.En el complemento, las cosas no empezaron bien para el local: a los cuatro minutos sufrió la expulsión de Ansaldi, por doble amarilla. Troglio buscó darle más fútbol a su equipo con los ingresos de Rodrigo Díaz y Luna, pero cada ataque chocaba con la seguridad del paraguayo Villar, quien tuvo una gran actuación.Newell's se aferró al triunfo con uñas y dientes, y lo festejó a lo grande. El equipo de Caruso le había ganado hace siete días a Boca, y hoy se dio otro gran gusto. Independiente dejó pasar una gran chance para escaparse y, por más que siga mirando a todos desde arriba, se fue de Rosario con un gran signo de interrogación a cuestas.