BLOGGER TEMPLATES AND TWITTER BACKGROUNDS »

domingo, 7 de octubre de 2007

El Lobo le empató sobre el final a San Lorenzo.

Bajo la hipótesis de un ensayo, San Lorenzo debería tomar este partido como una prueba de valor en función de lo que sucederá en menos de un semestre, cuando compromisos de Copa Libertadores y Clausura le marquen una agenda de superposiciones. En febrero próximo, pues, deberá barajar y dar de nuevo, hacer mezcla en el mazo de su plantel en la rotación que le impondrá la continuidad de partidos. Anoche tuvo un anticipo, no por obligaciones internacionales sino por ausencias masivas. Tal vez porque 2008 aún no fija prioridades, el punto y, en especial, el desempeño, habrán producido malestar, la resaca persistente que deja una celebración que, como el año venidero, también se asume lejana.A Ramón, como ahora, le pueden faltar jugadores de acá a unos meses. El asunto no es lamentarse por los que no volverán (Ledesma y Lavezzi crecen en proporción a la nostalgia que generan entre los hinchas), sino convertir los huecos de los que faltan con aviso en espacios de búsqueda, de ensayo, error y corrección. El problema saliente, ayer, no apareció en el área ajena (Romeo y Silvera, incluso con cualidades específicas, son hombres de área): el déficit radicó en las vecindades. El averiado Fernández invitó a mover fichas y, en el paño, Díaz apostó a Ortiz como reemplazo en la función de administrador. El Marciano anduvo fuera de órbita, descolocado por izquierda, sin saber si debía contener a Piatti o transformar esa zona en plataforma de los ataques de sus compañeros. Sólo cuando se liberó y se mostró libre, complicó desde el espacio exterior. Por caso, cuando le acertó al arco lo hizo desde el extremo opuesto y desde lejos. Fue Rivero, profundo, el que se animó a influir por despliegue y recorrido largo. Pero esos atributos, por sí mismos, en ocasiones resultan insuficientes.Gimnasia es otro que puede extraer conclusiones de esta experiencia. Con cuatro volantes obedientes en la obstrucción aguantó hasta de modo decoroso. Un 0-1 en casa del campeón vigente no supone un acto condenable... Mucho menos la alteración de los planes en el intento de torcer la historia. Fue cuando Batalla dejó de someterse a la inflexibilidad de los carriles y, sobre todo, Piatti, se paró detrás de los delanteros para acercar la pelota. De él nació el empate, uno de los hechos coherentes en 90 minutos.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!
Es un gran programa, con una onda increíble!.
El viernes los voy a escuchar!!.
Nadia tiene tiene una hermosa voz y es muy simpática. Me gustaría que me mande saludos.
Saludos, Cristian de la plata.