BLOGGER TEMPLATES AND TWITTER BACKGROUNDS »

lunes, 3 de septiembre de 2007

Superhilario



Lo sabía. Y lo esperaba. El resquemor que se sentía en la popular local no era un producto casual. Porque sin desmerecer a Martínez Gullotta, ¿qué méritos había hecho Wally para recibir una ovación en el precalentamiento? Todo era un mensaje entrelíneas para Hilario Navarro, el hombre que se había ganado la antipatía de la gente por su casi fuga a River y, vaya paradoja, tenía el desafío de debutar en el arco de Racing contra el Millo. Por eso el abrazo sentido con Gustavo Piñero (entrenador de arqueros) antes del inicio del partido. Por eso una charla íntima con Gustavo Costas en la noche anterior al clásico. Tenía que llegar psicológicamente apto para recibir insultos. La presión era grande para el arquero correntino. Porque debía mostrarse ante una hinchada que no le perdonaría el más mínimo error y reestrenarse ante un fútbol que lo vio partir hace más de siete años, cuando llegó a Guaraní de Paraguay proveniente de Huracán (C).I love, Hilari. Un par de minutos, sólo varios montones de segundos tardó Hilario en confundir a la gente académica. La reprobación le cedió espacio a la indiferencia y en un abrir y cerrar de ojos, el lungo de 1,92 ya estaba siendo ovacionado por La Guardia Imperial. Claro, hay que tener personalidad para taparle un mano a mano a Falcao (previo error grosero de Cabral) en la primera atajada en su nuevo equipo y encima salir del área para darle ánimo al Sargento. Porque no se crea que Navarro sólo es un atajador... El tipo maneja a toda la defensa, le grita desde 50 metros a Mingo Salcedo para que no descuide su espalda y no tiene miedo de quedar expuesto ante alguna salida en falso. El va a todas sin dudas, sin temor al qué dirán. Se agiganta en cada centro, le ahoga otro gol a Falcao, le saca un tiro libre de gol a Ortega y transmite una seguridad que hace tiempo no se siente en el arco. Por eso se gana el corazón de la hinchada y los aplausos ante cada intervención, por más mínima que sea."El arma que tengo para ganarme el cariño de la gente es el arco. Quizá la primera jugada fue fundamental porque me dio confianza", asegura Hilario con mucha timidez, la faceta que deja de lado cuando entra a la cancha, pero que prevalece en su vida de lunes a sábado. Lejos de la fama, de las declaraciones polémicas, el ex arquero de Cerro Porteño prefiere evitar el mano a mano con Campagnuolo. Aunque la gente ya haya dado un veredicto a su favor y Costas un guiño de ojo al contestar con un "Veremos, veremos..." sobre su posible continuidad en el arco.Y ahí se va de la cancha el arquero con acento guaraní. Rodeado de fanáticos, como un sol que está regalando sus primeros rayos al planeta Racing, promete ser una luz para el espíritu del equipo. Su presencia brinda esa tranquilidad imperceptible que da saber que atrás de cada defensor hay alguien que siempre brinda seguridad. "Si nos saca campeón, le doy hasta a mi hermana", se entona el primer fanático de Navarro. El sonríe y se va para Corrientes a disfrutar de su primer día como figura de la Acadé junto a su humilde familia. Grande por fuera, pero gigante por dentro...

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo blog, exitos para todos!!
Julio Bemitez