Rosario Central sufrio nuevamente un robo por parte de los malo arbitrajes, no es merecido el empate de River. Hablando de los millonarios, pasó Botafogo, se viene Boca. Pero en el camino de River hacia Superclásico había dos escollos que superar: Central y Argentinos (el miércoles). El técnico Passarella puso de entrada al Roly Zárate, quien formó dupla de ataque con el juvenil Ríos. De enganche, en lugar del suspendido Ortega, arrancó Sixto Peralta. Otra novedad: la inclusión de Nicolás Domingo, el volante central que el Kaiser quiere sí o sí para el choque del próximo domingo. No se achicó Central en el propio Monumental, donde el local se hace fuerte. Entre Tomás Costa y Damián Díaz se encargaron de manejar los hilos del Canalla con una sola consigna: no refugiarse en el fondo. Mientras tanto, Belluschi se ofrecía como receptor bien tirado sobre la izquierda y era una de las variantes del Millonario. La otra surgía por la otra banda con las proyecciones de Ferrari. Lo cierto es que la primera de peligro llegó recién a los 21. El pibe Damián Díaz encaró por le medio y, casi sin darse cuenta, llegó a la puerta del área. Entonces sacó un remate fuerte que tenía destino el arco defendido por Carrizo. La pelota pegó en la mano de Tuzzio. Los jugadores visitantes reclamaron penal, pero el árbitro Lunati dejó seguir. Y se encendió el partido. Porque River respondió y tuvo tres oportunidades en una misma jugada. Ríos, de cabeza, le apuntó al arquero Alvarez cuando tenía todo el arco de frente. El rebote lo tomó Zárate, quien sacó un disparo bajo que rechazó uno visitante. El rebote le cayó a Augusto Fernández, que de primera le pegó y le pelota dio en la unión del palo y travesaño. A los 30, otra vez Díaz puso en jaque al local tras una buena acción personal sobre la izquierda.Lindo slalom y definición imperfecta ante el achique de Carrizo, que evitó el tanto con las piernas. Enseguida, Belluschi probó de media distancia y la pelota besó el travesaño. Todos los ataques de River tenían al ex Newell's como abanderado. ¿Peralta? Aportaba poquito, casi nada. Sobre el final, llegó el golpe de gracia. El endiablado Díaz juntó a los centrales y tocó a García (entró por el Kily, lesionado). El volante le pegó de derecha, la pelota rozó en un defensor y se metió al lado del poste ante un Carrizo sorprendido y falto de reacción. En el reinicio, Passarella se decidió por los ingresos de Buonanotte y Falcao por los irregulares Peralta y Zárate. Al minuto, el colombiano armó una buena jugada que siguió en Fernández. El volante quedó de frente al arquero y habilitó a Belluschi, quien se tiró en palomita. Lo gritaron todos. Pero imprevistamente un defensor la sacó en la línea. Al toque, Falcao remató al primer palo. La pelota pasó cerquita. Pero los desajustes defensivos en el local ya son moneda corriente. Por eso, en tres toques, Central le clavó otro puñal: taquito de García para Arzuaga y éste, de primera, abrió para Díaz que se la picó a Carrizo. Golazo. River, herido, fue por el descuento, que casi llega con un cabezazo de Nico Sánchez que Alvarez mandó al tiro de esquina. A los 16, consiguió su merecido premio. Papa le pifió dentro del área y el pibe Ríos facturó con un derechazo cruzado. Era emocionante, de ida y vuelta. Porque Damián Díaz casi mete el tercero de Central después de una brillante jugada individual, pero le faltó tiza para colocarla sobre Carrizo. Pero también River tuvo el empate con una chilena de Ríos. Tanto empujó y tanto buscó River, que a los 29, alcanzó la igualdad gracias al talento del chiquitín Buonanotte. Recibió en la puerta del área, eludió a un defensor y, de zurda, la dejó colgada en el ángulo. Tremendo. Y los de Passarella fueron, otra vez, por la hazaña. Todos al ataque, dejando enormes huecos en el fondo, pero era el precio que había que pagar para seguir prendidos en la pelea por el campeonato. Casi lo consigue a los 40, cuando Falcao la empalmó de zurda por arriba del travesaño desde una inmejorable posición. Pero también casi lo pierde dos minutos después, pero Papa se apresuró y le dio con el corazón y la mandó a las nubes cuando el silencio se apoderaba del Monumental. El final del partido fue no apto para cardíacos. Lunati adicionó seis minutos y estalló el banco de suplentes de Central. Cuando se jugaban 47, Raldes pescó un rebote y fusiló a Carrizo. Los tres puntos viajaban a Rosario. Pero Falcao parece decidido a convertirse en el nuevo héroe millonario. Igual que el jueves, en el triunfo ante Botafogo, el colombiano metió un cabezazo que se transformó en desahogo. El reloj marcaba 53 minutos. Escándalo y fiesta al unísono. Bronca en los visitantes, delirio en los hinchas locales. River consiguió un merecido punto pero la realidad indica que sus chances de lograr el Apertura están complicadas. Sus ojos apuntan a la Sudamericana, y a Boca, por supuesto.
domingo, 30 de septiembre de 2007
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1 comentarios:
Fue muy injusto, los de River son unos ladrones!!
Nadu cada vez hablas mejor
Saludos a todos.
Me gusta el conductor je
Chau amiga!!!
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